Conseguir que una cerveza que elaboras como cervecero casero, tenga su estilo reconocible es algo a veces complicado, pero si además no conoces el estilo que quieres elaborar, ya es un reto en toda regla.
No recuerdo la primera vez que escuché/leí sobre el estilo Lichtenhainer, pero desde luego no fue hace mucho, supongo que sería revisando la guía de estilos 2015 de BJCP, ya que en la guía del 2008 no aparecía este estilo histórico. Sea como sea, tenía una bolsita de 500 g. de malta Chateau Smoked, que obtuve como premio en el concurso ACCE de Burgos 2017 junto a otras 9 bolsas de 500 g. con distintas maltas de la marca, patrocinado por Cervezinox . Unido a mis ganas de trastear y lo que me gustan las Berliner y Gose me animó a ir a por este estilo.
El gran problema es que nunca he probado una Lichtenhainer, he buscado por aquí (y por ahí), en tiendas online y locales para poder comprar una o dos, pero no he sido capaz. Al final un «compi» de la Ciruelo BrewBand (BaronBirra) que vive en Alemania, encontró un par de ellas y en breve podré catarlas y comparar resultados.
Una Lichtenhainer, según descripción de estilo de BJCP, es una cerveza histórica de trigo alemana ácida, ahumada y de baja gravedad. Con un carácter complejo aunque refrescante debido a la alta atenuación y carbonatación, junto a un bajo amargor y moderada acidez.
Tocaba diseñar la receta un poco a ciegas, busqué por internet recetas de Lichtenhainer y encontré cosas realmente contradictorias, mi mayor duda estaba en el porcentaje de malta ahumada a utilizar. He de decir que a mi las cervezas con mucha presencia de ahumados no me gustan demasiado, no soy capaz de beberme ni media botella de Schlenkerla. Decidí buscar un carácter similar a otras cervezas ahumadas que sí me han gustado (más sutiles). Me puse en contacto con Guillermo de la cervecera Zeta Beer que elabora la cerveza Zendra y con Juanjo Tur (ACCE) que colaboró en el diseñó la receta original. Crucé unos cuantos correos con ambos, en los que me facilitaron los porcentajes de malta ahumada (30% en ambos casos), además de unos cuantos consejos. Desde aquí quiero agradecer a ambos la amabilidad y predisposición a ayudar en todo momento.
Bien, la Zendra tiene un 30% de ahumados, pero también una carga importante de maltas caramelo que podrían suavizar bastante las notas ahumadas, lo que me hizo plantearme bajar el porcentaje de malta ahumada. Pero también la Zendra se mueve en unas densidades iniciales muy superiores a lo que debería hacerlo una Lichtenhainer, más del doble, lo que aporta mucha más malta ahumada por litro en proporción. Me replanteé mi plan inicial y terminé con una receta absurdamente sencilla, para cruzar los dedos y probar en un minilote a ver por donde iban los tiros. 33% pils, 33% trigo, 33% ahumada, con una densidad inicial de 1.032 para llevar a fermentador 7 litros.
Para la acidificación utilicé el método inverso, como vengo utilizando en las últimas «quick sour», que consistió en un macerado normal, hervido de 30 minutos sin lúpulo, no-chill para inocular a la mañana siguiente 4 pildoras de probióticos swanson Lactobacilus Plantarum y a la noche unos 300 ml de starter de WLP810 (no es ni mucho menos la levadura adecuada, pero tenía un starter girando para otra elaboración y decidí usar un poco por las circunstancias). Dejé fermentar a unos 20ºC y al tercer día ya estaba en 3.65 el pH. añadí un dry hopping de 2 gramos litro de hersbrucker con el fin de parar el lacto. 20 días después de elaborar la embotellé haciendo priming con una densidad final de 1.010 (68% atenuación aparente, algo normal para esta cepa de levadura) para terminar con un 2.95% ABV y un pH de 3.70 (el lúpulo en dry hopping sube ligeramente el pH).
En esta ocasión no haré mi propia hoja de cata, intentaré que la haga alguien distinto a mi, para ser más objetivo y además después de haber probado un Lichtenhainer «Real», pero sí daré mis impresiones ya que la he catado.
El ahumado es evidente, pero mucho más contenido de lo que podía pensar en un principio por la proporción utilizada, con una acidez láctica limpia con notas cítricas (limón) que sobre el papel no casa demasiado, pero en la práctica no está nada mal. Muy refrescante y bebible, la última pinta que me he bebido, el medio litro de la foto, apenas duró en el vaso cinco minutos.
Actualizaré el artículo con una hoja de cata de algún amigo o concurso ¡¡¡a ver si popularizamos los concursos de cervezas sour!!!
Ir a ciegas con un estilo como este, vaya par XD
Bravo!
Ya la probarás! 🙂
La probamos ayer. No muy ácida, cítrica y algo de bacon… Ja ja. Curiosa la mezcla. Muy refrescante, para verano viene de maravilla. Nos gustó mucho!
Yo probe una que hizo un cervecero local, la hizo con chipotle, y estaba de fabula
el chipotle le va de maravilla porque casa muy bien con el ahumado…